La especie más pequeña de oso en el mundo es el malayo, un macho en plena madurez puede inclinar la balanza en apenas 66 a 154 libras, mientras que las hembras son aún más pequeñas, con unas 44-88 libras.
Los osos malayos tienen un pelaje negro oscuro o marrón, con una forma de herradura de color amarillo anaranjado en el pecho, característico de esta especie. Tienen un pelaje corto y liso adaptándose a las altas temperaturas de las tierras bajas donde habita.
El oso malayo tiene una lengua muy larga en comparación con su tamaño, que oscila entre 8 a 10 pulgadas de largo y la utiliza para extraer miel o llegar a los insectos.
Distribución
Esta especie de oso ama los climas más cálidos. Se encuentran en las zonas de selva tropical donde las temperaturas son de 78 a 82 grados Fahrenheit durante todo el año. Estas áreas tienen grandes precipitaciones anuales también.
Algunas de las regiones donde vive el oso malayo incluyen Camboya, Malasia, Birmania y Bangladesh, alcanzando algunas partes del noreste de la India. Un pequeño número de ellos también viven en Vietnam, Borneo y China. Su hábitat se ha reducido drásticamente debido a la destrucción de las áreas forestales en estas zonas.
Comportamiento
Mucha gente se refiere al oso malayo, como ¨Oso de miel¨, debido a las grandes cantidades de miel que consumen. Son buenos para trepar a los árboles y llegar a la miel, y pasan mucho tiempo allí.
Les encanta disfrutar de los rayos del sol, sin embargo están activos durante la noche, cuando hacen la mayor parte de su alimentación y exploración.
Los osos malayos no hibernan, pues las temperaturas son lo suficientemente calientes como para que puedan encontrar comida durante todo el año.
Dieta y Alimentación
En el área en particular donde vive el oso malayo, son capaces de consumir frutas y frutos secos durante todo el año. Estos elementos constituyen una parte muy importante de su dieta, sin embargo, están dispuestos a comer casi cualquier cosa que se presente. Algunos elementos de su dieta incluyen lagartos, roedores, y huevos.
A los osos malayos les encanta la miel y consumirán cantidades muy grandes de ella cada vez que puedan. Sacan su larga lengua en la colmena y la consumen, incluso con miles de abejas a su alrededor.
Reproducción
Para el oso malayo, la reproducción puede ocurrir en cualquier época del año, ya que no hibernan. Los cachorros suelen nacer en partes bien escondidas del bosque para su propia protección. Lo más común es que nazcan dos crías a la vez, es cuales serán atendidas por su madre por un año y medio antes de ir por su cuenta. Durante ese período de tiempo aprenderán a trepar a los árboles, y encontrar comida.
El macho se queda con la hembra después de la concepción y la ayuda a encontrar comida para ella y las crías a punto de nacer, en la mayoría de los casos, también le ayudará con el cuidado de los jóvenes.
Cuando las crías se separen de su madre, el macho adulto y la hembra podrán aparearse de nuevo o ir por caminos separados.
Depredadores
Los osos malayos adultos tienen pocos depredadores, además de los seres humanos. Los tigres, leopardos y pitones asiáticas son las pocas amenazas que tienen. De vez en cuando los osos negros asiáticos son también un peligro.
Conservación
La disminución de la población del oso malayo se debe a la falta de protección de su hábitat natural. El mayor peligro en contra de su supervivencia lo representa el uso de su bilis para la medicina china.
Interacción humana
Muchas zonas donde viven los osos malayos son muy pobres económicamente. Es común que los habitantes de las zonas cercanas los cazan para alimentar a sus familias. También los capturan para venderlos a diversas entidades, e incluso a individuos como animales de compañía. Los aldeanos también actúan de guías para cazadores de trofeos.